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Publicado el 29/10/2025

LA VELA QUE GUÍA : Un rito para honrar a los que partieron en el Día de Muertos

#BLOG "Altar de Palablas"

Cómo encender una vela puede sostener el alma y mantener viva la memoria de quienes se fueron

En esta semana del 1 de noviembre, en la que celebramos el Día de Todos los Santos y el Día de Muertos, quiero compartir un ritual que me acompaña desde siempre: encender velas como acto de presencia, memoria y sanación del alma.

Antes de entender qué era un rito, ya encendía velas. De adolescente, me sentaba en la ventana de mi pieza, fumando en silencio, rodeada de velas aromáticas: pino, fresa, mezcladas con el humo del cigarro. Ese olor flotante transformaba el cuarto en un espacio sagrado, más mío.

Siempre encendí velas cuando necesitaba darle sentido a un momento. Sin saberlo, ellas me guiaban y sostenían cuando no tenía palabras, cuando afuera dolía, o cuando solo necesitaba estar conmigo. Con los años entendí que esa luz era mi guía más constante, y que me mostraba caminos incluso antes de que supiera llamarlo “rito”.

El ritual de honrar a los que partieron

Hoy sé que ese gesto sencillo pero profundo es mi rito más verdadero, especialmente cuando se trata de honrar a los muertos. Cuando alguien muere —cercano o no tanto— sé exactamente qué hacer:

  • Enciendo una vela blanca durante siete días. Puede ser sencilla o especial; lo importante es la intención.
  • Escribo su nombre, coloco una foto o un símbolo, y le hablo en silencio:

“Que esta luz te acompañe. Que sepas que partiste. Que alguien vio tu marcha y te honra en la tierra. Que esta llama te guíe hacia la luz.”

Cada día renuevo el fuego, como un hilo que sostiene el alma de quien se fue. Es mi manera de decir: “No estás solo. Yo te vi irte.”

Despedir con presencia: ceremonia y cuidado espiritual

Cuando puedo asistir al funeral, lo vivo como una verdadera ceremonia. Me baño con calma, me visto de negro, me perfumo. No voy como quien cumple un trámite. Despedir a un muerto es mirar la semilla, honrarla, decirle al alma: te veo, y a la tierra: recíbelo con respeto. Incluso si no conocía al fallecido, voy limpia, presente, en silencio y con ropa digna. Es mi manera de acompañar el umbral y sostener el tránsito con humanidad.

La vela: un faro para los vivos y los que partieron

Después del entierro, el rito no termina. Sigo encendiendo la vela en casa hasta completar los siete días. Es mi vigilia personal. Mi manera de abrazar el alma de quien partió, ofreciendo un fuego desde este lado del mundo. Este rito me sostiene con dolor y belleza. Un gesto simple, lleno de amor, que recuerda que:

  • Mirar la muerte de frente es necesario.
  • Encender una vela y pronunciar el nombre de quien se fue es un acto de sanación del alma.
  • La luz que damos a otros también nos ilumina a nosotros, para mantener viva la llama del corazón y la sacralidad de la vida.

Con luz de mi vela encendida,
Catalina — Artista intuitiva / Alquimista del alma / Creadora de RAGÂTMA

🌙 Si algo de lo que conté resonó contigo, escríbeme por Instagram @ragatma.cl . Que la llama de tu recuerdo ilumine tu corazón y mantenga viva la memoria de quienes partieron. Así como la vela sostiene el alma, que esta conexión nos recuerde que la luz nunca se apaga. Y sí, también necesito ese like, ese compartir, ese “a mí también me gusta acompañarme de velas".  Porque esta red es mi altar, y se enciende contigo.

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